El ennegrecimiento es uno de los grandes problemas de las joyas de plata, pero por suerte es una cuestión que no tiene mucha dificultad a la hora de resolverse. Desde hace mucho tiempo se conocen distintas formas de limpiar las joyas de plata que ofrecen excelentes resultados y que cualquiera puede poner en práctica.

Una de las formas más simples es mezclando agua caliente y detergente, para a continuación introducir la plata que se quiere limpiar. Pasados unos minutos, se sacan de la mezcla y se frotan con un paño. Verás como el aspecto ha mejorado considerablemente.

Otra manera es mezclar agua caliente y sal para colocar luego papel de aluminio en el fondo y poner las joyas sobre él. En este caso el desprendimiento de la suciedad se producirá por el magnetismo que generan la sal y el papel de aluminio, que desgaja las partículas de suciedad de la pieza.

Aun así, la limpieza no estará completa hasta que se pase un trapo por la joya.
Las pastillas efervescentes son un método también muy popular. Colocando las joyas en agua y añadiendo pastillas con efecto efervescente lograremos igualmente que la suciedad se desprenda. Luego, un repaso con un trapo dará el toque final para que queden impecables.

  Una última forma, quizás no tan conocida, es por medio del uso de pasta dental. Eso sí, no vale cualquiera, debe ser una que contenga bicarbonato de sodio. Aplicando con un trapo la pasta dental sobre la joya la suciedad debe desprenderse. El problema es que algunas zonas de la pieza de peor accesibilidad pueden ser más difíciles de limpiar de este modo, pero en ese caso puede sustituirse el trapo por un cepillo de dientes.

Y tú, ¿Qué otra forma de limpiar la plata conoces?